El síndrome de disfunción cognitiva (SDC), también llamado demencia senil, es una patología que afecta tanto a perros como a gatos. Es una enfermedad degenerativa, progresiva y crónica. Se presenta en pacientes normalmente en edad geriátrica a partir de los 7 años de edad, produciendo un declive cognitivo que afecta a la capacidad de recopilar información, procesarla, retenerla y tomar decisiones.
El proceso no es el mismo en todos los animales que la sufren, el avance de la enfermedad y los tiempos será distinto entre un individuo u otro, puede durar entre 18 y 24 meses aproximadamente.
A veces ciertos comportamientos que observamos y achacamos a la edad, en realidad son alteraciones del comportamiento consecuencia de la enfermedad, una enfermedad que tiene su equivalente en el alzhéimer que sufren las personas.
La sintomatología que podemos observar es:
-Desorientación.
-El perro o gato mira al vacío.
-Perderse en lugares conocidos.
-No reconocer a las personas con las que convive o cercanas.
-Alteraciones del sueño.
-En el caso del gato, descuidar su acicalamiento.
-Problemas en la interacción con otros animales.
-Conductas compulsivas, como girar en círculos.
-Conducta de autolesión.
-Emociones exageradas asociadas a la ansiedad, miedo, alegría
Hay que tener en cuenta que en el inicio de la enfermedad no siempre el paciente manifiesta estos signos clínicos.
TRATAMIENTOS:
Una vez descartada la posibilidad de que el animal sufra otras enfermedades y el diagnóstico definitivo es Síndrome de Disfunción Cognitiva, el tratamiento recomendado es paliativo, orientado a paliar los síntomas y retrasar todo lo posible la progresiva, irreversible, crónica e incurable degeneración del sistema nervioso.
-Los fármacos producen vasodilatación a nivel cerebral, lo que incrementa el riego cerebral y, consecuentemente, mejora el aporte de oxígeno y glucosa al cerebro.
-Mantener un nivel de actividad física y mental:
Administrar alimentación específica para la edad geriátrica.
Enriquecer la dieta, si es necesario, con suplementos con antioxidantes y ácidos grasos Omega 3.
Ejercicios adecuados a su condición física, que eviten el sedentarismo.
Realizar juegos de búsqueda con pequeñas chuches o juguetes interactivos.
Eliminar obstáculos.
Facilitarles la movilidad en el hogar, por ejemplo con una rampa que evite los escalones.
Reforzar el aprendizaje con órdenes muy sencillas acompañadas de gestos muy visuales.
No utilizar castigos por los comportamientos anormales que va a sufrir.

Puedes descargarte la evaluación sobre el comportamiento para poder orientarte sobre la posibilidad de que tu gato o perro esté sufriendo síntomas compatibles con el Síndrome de Disfunción Cognitiva.
Cualquier duda, el equipo de Centro Veterinario Henares está aquí
para ayudarte y aconsejarte.
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